No
hace falta ser muy observador para darse cuenta de que la barba está de moda.
Desde el Rey Felipe VI hasta el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pasando
por jugadores de fútbol tan mediáticos como el madridista Sergio Ramos lucen
desde hace tiempo barba y cada vez es más frecuente cruzarse por la calle con
caballeros que optan por ese mismo estilo. Se me viene a la memoria la mención
que hace al respecto Ramiro Fernández en su libro 'Cómo triunfar en la era de la imagen. Claves psicoestéticas para el
siglo XXI' en donde señala que la barba sigue siendo un medio de expresión
del subrayando que prueba de ello es que algunos de los personajes más ilustres
de la historia han dejado grabado en nuestras retinas su rostro, en parte, por
esa barba que les hizo famosos. Se refiere a Ernesto 'Che' Guevara, a Lenin, a
Miguel de Cervantes o al propio Papá Noël.
Sin
duda alguna quienes apuestan por dejarse barba es porque se sienten bien y
quieren mostrar un aspecto atractivo e interesante y, si me apuran, varonil, o
para disimular ciertas anomalías del rostro. Algunos se equivocan al
descuidarla ya que desencadena en una imagen desaliñada y poco agradable aunque
hay que reconocer que el fenómeno 'hipster' se ha adueñado de gran parte del
colectivo juvenil. La barba canosa siempre es aconsejable llevarla muy corta
porque de lo contrario denota un semblante de poeta bohemio. Hay que llevarla
siempre perfilada y esto cobra especial relevancia cuando se usa corbata
habitualmente. En estos casos hay que recortarla por encima del cuello de la
camisa. Además requiere de otra serie de cuidados básicos. La cara ha de estar
siempre hidratada y para ello es fundamental emplear alguna loción que, además,
suavizará la barba evitando así desagradables picores. Como cualquier cabello
debe ser lavado, a poder ser con un champú o jabón específico, siendo estos
menos agresivos y más naturales, pues suelen estar fabricados con compuestos
orgánicos.
Carlos
Allende Villa
Subdirector. Departamento Atención al cliente
Psicoestética Ramiro
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