viernes, 9 de enero de 2015

Familia: somos uno aunque seamos cientos



Somos tal cual somos porque formamos una familia. Y ser una familia es mucho más que una palabra: es compartir historia, compartir memoria, compartir pasado y futuro, sangre y sentimientos, enseñanzas, buenos y malos momentos, esperanzas y anhelos… Es, en definitiva, compartir y sentir como si fuéramos uno, aunque seamos cientos.

La familia nos da la vida, nos dona las raíces y nos enseña a navegar la vida: el océano más grande de todos los océanos, guiados por una rosa de los vientos que mira siempre a nuestra cuna, a esa Asturias, centro neurálgico de nuestro mapa vital, que nos forjó como seres nobles, con carácter y con corazón, y nos permite encontrar, sin pérdida posible, la ruta de regreso a nuestro puerto, a nuestra casa, a nuestra familia, por lejanos que sean nuestros derroteros.

Nuestro “carbayón” familiar tiene raíces profundas, sólido tronco y largas ramas capaces de extenderse desde Aller, a Londres y allende los mares…, donde sus hojas aprendieron el ritmo del viento de samba.


Este mensaje sobre la familia es un recuerdo a nuestros mayores, de afecto y cariño a todas y todos los que por amor injertaron en nuestro carbayón su compañía; y de nostálgica memoria para mantener vivo el recuerdo de quienes ya no están aquí, pero siguen a nuestro lado como permanente inspiración y enseñanza imperecedera.

La familia es un compromiso, un trato irrenunciable al que siempre podremos acudir, en quien sabemos que podremos refugiarnos, con quien, en fin, disfrutaremos recordando, queriendo, compartiendo…

Por eso hacemos nuestro el canto del poeta: “Familia mía, ustedes saben que pueden contar conmigo; no hasta dos o hasta diez, sino contar siempre conmigo”.






Ramiro Fernández Alonso
Psicoesteta





PELUQUERÍA PSICOESTÉTICA RAMIRO
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