jueves, 13 de noviembre de 2014

Los salones de peluquería del siglo XXI



Desde hace unos años los salones de peluquería han vivido una transformación acorde a lo que demandaba la sociedad si bien es cierto que aún quedan algunos relegados que o bien por conformismo o bien por dejadez se han quedado anquilosados en un pasado cuya única salida pasa por el cierre definitivo. De todos es sabido la importancia de fomentar un ambiente singular en nuestros negocios. Ni que decir tiene que más que los ornamentos, el impacto que pueda crearse depende del ánimo del profesional que trabaja en ellos. Hace tiempo que defiendo que se debe cuidar el decorado pero en los salones de peluquería, como en tantas otras facetas de la vida, es el pájaro y no la jaula el encargado de los trinos.


De nada sirven las excusas cuando uno no cuida todos los aspectos que consiguen lograr que la visita a un salón de peluquería se convierta en una experiencia para el cliente. Desde la distribución del salón,  las tonalidades de la pintura de las paredes hasta las melodías y el volumen que emana del hilo musical, desde la indumentaria de trabajo hasta el mobiliario; todo comunica y todo contribuye a generar un ambiente.


Adentrados desde hace años en el siglo XXI se requiere un paso más para atender las nuevas demandas de nuestros clientes. Dando por supuesto que los profesionales que nos dedicamos al cuidado de la imagen personal asesoramos y trasladamos nuestros conocimientos a la persona que acude a demandar nuestros servicios, los salones de peluquería de hoy pueden aportar mucho más que un lugar acorde para realizar un corte de pelo o un peinado.
Cuando se entra en un salón de peluquería lo que se reclama es psicoestética. En mi negocio hace tiempo que delante de cada sillón, en el tocador que tenemos bajo los espejos, hemos colocado unas hojas plastificadas en las que el cliente puede leer algunos sencillos consejos para el cuidado capilar que incluyen desde recomendaciones sobre los alimentos que contribuyen a fortalecer el cabello hasta qué tipo de champú se adapta mejor a cada tipo de pelo. Pero insisto, hay que ir un paso más allá.


Nuestro siguiente reto será poner a su disposición unas tablets donde puedan conectarse a Internet mientras nosotros desempeñamos la tarea para la que nos han visitado. Desde estos aparatos podrán acceder a la página web del establecimiento, consultar la prensa y acceder a esos portales de referencia dentro del mundo de la psicoestética y la imagen personal. Visualizar estilos y formas. En definitiva ir construyendo poco a poco lo que deben de ser ya los salones de peluquería del siglo XXI.






Ramiro Fernández Alonso
Psicoesteta



PELUQUERÍA PSICOESTÉTICA RAMIRO
Arquitecto Reguera, 11
33004 Oviedo
985 243 268
www.psicoestetica-ramiro.com
ramiro@psicoestetica-ramiro.com


martes, 11 de noviembre de 2014

EL ESTILISTA DE LA ROJA

 por Celso ALONSO SANJULIÁN (La Nueva España, martes 11 de noviembre 2014)


Además del “tiqui-taca” hay otro estilo en la selección nacional, el que marca el psicoesteta ovetense Ramiro Fernández con sus cortes y peinados

Donde los demás vemos solamente a un deportista de fama, a un futbolista por ejemplo, Ramiro Fernández ve a un “líder difusor”.Por tener tan perspicaz mirada se le abrieron al conocido psicoesteta ovetense nada menos que las puertas de “La Roja”, a través de cuyos internacionales es capaz de marcar tendencia para miles de aficionados. “Quiero un corte como el de Sergio Ramos”. O “déjeme la barba como la de Xabi Alonso”. Hoy muchos jóvenes entran en los salones de peluquería pidiendo cosas así, con las que pretenden llevar al plano de la imagen personal el deseo de imitación que les genera su admiración por el deportista de éxito.


Ramiro Fernández Alonso, natural de Nembra (Aller), es el asturiano que más veces ha sido “convocado” por la selección española de fútbol. En la que en paralelo al “tiqui-taca” ha imprimido su propio estilo, el vinculado a la estética y el cuidado personales. Convertido en un asiduo del combinado,
desde mediados de los años noventa ha pasado por su sillón lo mejor del fútbol patrio. Suelen ser momentos de relax, en los que el deportista atosigado por la presión de la competición encuentra tiempo para el cuidado de la imagen propia. Por ejemplo, Iniesta y Llorente le pidieron un corte de pelo la noche antes de la final de Sudáfrica. Esto fue interpretado como inmejorable señal por el psicoesteta, un convencido de que “quien cuida su imagen demuestra creer en sí mismo”.
El estilista de La Roja no precisa de mucho para impartir su magisterio en algunas de las testas más famosas del país. Invitado por la Federación Española se instala siempre en el mismo hotel del combinado, siendo su única petición que le habiliten una habitación sin amueblar como improvisado salón. Y por allí suelen desfilar en sus ratos de tiempo libre futbolistas, e incluso directivos, cuerpo
técnico y auxiliares. Son del orden de cuarenta personas las que el fígaro ovetense puede llegar a atender, y aún aconsejar sobre detalles de imagen y cuidado personal. Lo hace además sin cobrar un euro, ya que, como él dice con énfasis, “!cuántos quisieran estar en mi lugar¡”.
Y es que se muestra agradecido con los rectores federativos por permitirle desarrollar un cometido que considera un auténtico privilegio. Esta misma semana Ramiro tiene tarea. Apenas apagarse los ecos de la fiesta de Los Humanitarios, tan especial para él por su condición de allerano y primer hijo predilecto del concejo, emprenderá viaje a Huelva con ocasión del partido entre España y Bielorrusia. Y la próxima semana, más cortes con estilo, ahora en Vigo y coincidiendo con el amistoso ante el combinado que sucedió a La Roja en el cetro mundial, el de Alemania.


La figura del estilista ya es habitual en las expediciones de La Roja, aunque no lo era tanto allá por la década de los noventa. Fue Luis Enrique, el actual entrenador del FC Barcelona, quien convenció al seleccionador de entonces, Clemente, de las bondades de contar en el grupo con el psicoesteta
ovetense. Recuerda éste que los principios no parecían fáciles porque el de Baracaldo, que no le conocía de nada, preguntaba con su vozarrón “¿pero quién es ese Ramiro?”. La oportunidad surgió porque España se había concentrado en Oviedo y desde el hotel Reconquista los internacionales
caminaban hasta el cercano salón de Ramiro, en la calle Arquitecto Reguera. Luis Enrique se presentó allí con otros seleccionados del Real Madrid. Y poco después el “Pitu” Abelardo hizo lo propio con los del Barcelona. Todo un espaldarazo profesional.
Tanto y tan bien hablaron los futbolistas de la maestría de Ramiro, que al propio Clemente le picó la curiosidad. Aceptó pasar por las tijeras del ovetense, aunque éste recuerda que no sin antes lanzar una advertencia: “!Cuidado con lo que hacemos, eh, que a mí me cortan el pelo en Bilbao¡”, tronó con su vozarrón. Ramiro hoy ve aquello como la graciosa anécdota de un servicio con el que se ganó también
la confianza del seleccionador: “Poco después hubo concentraciones en Puente Viesgo y en El Montico y a las dos me llamaron. Y posteriormente también para un viaje a Bratislava, en lo que ya supuso mi bautismo internacional”. Y así hasta hoy. Este acceso de Ramiro a cabezas tan conocidas vino a coincidir con la eclosión del culto a la imagen en sus mil variantes, entre las que la atención capilar no es de las menos valoradas. El psicoesteta desarrolló así su exitosa carrera en paralelo al acceso a la cúspide de la fama de grandes figuras, de las que sitúa como número uno a David Beckham.


En su opinión, el inglés recientemente retirado es “el icono más importante de la imagen capilar, aunque no sólo”; y aporta el dato de que “durante su etapa madridista se le hicieron hasta tres estilismos distintos y los tres le quedaban bien. Buscaba singularizarse a través del cabello y lo conseguía”. En lo que atañe a las referencias de hoy del fútbol asturiano, internacionales como Villa, Mata y Cazorla han pasado muchas veces por las tijeras del ovetense. Para los tres ideó “un estilo propio, que armonizase con su figura y personalidad”, añadiendo que “modestamente creo que lo conseguí”. Del Guaje -que pronto llevará el “estilo Ramiro” allende el Atlántico, hasta los Estados Unidos- desvela que “precisa de cortes a menudo, alrededor de cada quince días, y con imprescindible aplicación de gomina, cera y espuma. Está particularmente satisfecho de sus finas patillas, que le confieren un estilo singular e inconfundible”.


En Santi Cazorla quiso potenciar “su extraordinaria expresividad, plasmada en esa sonrisa picarona que tanto llega a la gente”. Recuerda que “hubo un momento en que se rapaba mucho, así que un día le hablé con franqueza y le recomendé dejar el pelo más largo. Me hizo caso y su imagen ganó bastante”. A Juan Mata le define como “el hombre más sencillo de la Tierra, poseedor de un estilo clásico al que no le cuadran las estridencias. Nunca iría como Neymar, por ejemplo”. Aunque clásico, el “8” del Manchester United sí admitió un cambio: “Le aconsejé echar el pelo hacia delante y levantar algo el flequillo, que es una tendencia muy actual. Ya le he visto algunas veces así y gana en modernidad. Y otro consejo le di también, que el mejor peine son sus dedos”.


Como conclusión, Ramiro señala que en estos tiempos de enorme desarrollo de las comunicaciones y de creciente valor de la imagen, “son pocos los personajes públicos, particularmente deportistas, que no se esmeran en desarrollar un estilo propio y en proyectarlo sobre sus ámbitos de influencia”. Y fijándose en el caso concreto de destacados futbolistas repara en que “les resulta especialmente relevante, ya que tienen en juego cuantiosos ingresos por campañas publicitarias”. Apreciación de lo más certera la del psicoesteta, pues basta con una consulta en internet para conocer que en nuestro país Messi y Cristiano Ronaldo figuran a la cabeza con unas cifras de auténtico mareo, de 26 y 22 millones
generados el año pasado respectivamente. Ya ganan más por posar que por dar patadas al balón. Además del “tiqui-taca” hay otro estilo en la selección nacional, el que marca el psicoesteta ovetense Ramiro Fernández con sus cortes y peinados.


PELUQUERÍA PSICOESTÉTICA RAMIRO
Arquitecto Reguera, 11
33004 Oviedo
985 243 268
www.psicoestetica-ramiro.com
ramiro@psicoestetica-ramiro.com